La madera es un material de embalaje muy valorado para el almacenamiento y transporte de diferentes productos industriales tanto por vía marítima, aérea o terrestre.

La principal ventaja del embalaje de madera es su robustez y resistencia, que aseguran en combinación con otros complementos la protección de la mercancía garantizando que llegará en perfectas condiciones, a pesar de las contingencias a las que se exponga.

El embalaje de madera se adapta fácilmente a infinidad de formas y tamaños requeridos, lo que le permite ser utilizado para casi todo tipo de productos industriales. Debido a su resistencia permite en la mayoría de los casos, el apilamiento de otra carga sobre el mismo, incluso en exportaciones a largas distancias. Además una vez utilizados, los embalajes de madera pueden reutilizarse para igual o distinto fin, o ser reciclados.

Asimismo, los embalajes de madera suelen ir clavados o firmemente cerrados, con lo que reducimos el riesgo de robos de mercancía.

Finalmente, y no menos importante, presenta ventajas medio ambientales frente al uso de embalajes de otros materiales. El uso de madera reduce la huella de carbono del transporte de la mercancía, contribuyendo activamente a luchar contra el cambio climático. Los árboles en su crecimiento absorben CO2 que queda retenido en la madera durante toda la vida útil del producto.
 
Normas básicas
Hay ciertas normas básicas que deben aplicarse cuando un producto requiere un embalaje de madera. Este determinará las vibraciones, golpes, fuerzas, aceleraciones, inclinaciones, etcétera, que podría sufrir la carga

Fuente: Roberto García – FEDEMCO Infopack